El VIH es una infección causada por los retrovirus VIH-1 y VIH-2 que ataca el sistema inmunitario del cuerpo y puede llegar a desarrollar el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Tiene una alta prevalencia en México y se tiene la creencia errónea de que es una enfermedad que solo se puede dar en personas homosexuales, la realidad es que cualquier persona que tenga prácticas sexuales de riesgo o sin protección es vulnerable a este tipo de virus, e incluso al realizarse perforaciones o tatuajes con instrumentos no estériles, pincharse con un objeto contaminado con dicho virus es una práctica de riesgo.

La falta de información por parte de la población sobre los medios de contagio aumentan la prevalencia. Por tales motivos el sector salud promueve campañas de prevención de tal enfermedad.

Hace algunos años se iniciaron tratamientos con antirretrovirales lo cual hace que el paciente tenga una mejor calidad en su vida, pero no cura la enfermedad como tal.

Es por todo lo anteriormente mencionado la importancia de realizarse pruebas clínicas si se tiene una vida sexual activa o se ha encontrado en situaciones de riesgo de contraer está infección.

Existen pruebas rápidas (inmunocromatografía), confirmatorias (western blot) y especiales (cultivo viral, PCR) de diagnóstico que se utilizan secuencialmente para llegar a un diagnóstico certero. Es una obligación del personal de salud respetar el carácter confidencial de la personas que viven con VIH/SIDA, informando acerca de su estado sólo a quien el paciente autorice, así como también es una responsabilidad personal y ciudadana realizarnos chequeos continuos, especialmente cuando se ha estado expuesto a alguna de las situaciones de riesgo antes mencionadas.

Bibliografía de referencia
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NOM-010-SSA2-2010, Para la prevención y el control de la infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Diario Oficial de la Fereración. Recuperado el 25 de junio del 2021 de: http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5166864&fecha=10/11/2010