La menopausia es una etapa en la mujer en la cual deja de haber menstruación por completo, se da alrededor de los 51 años, aunque varía entre personas lo que depende de diversos factores ambientales, genéticos, fertilidad, anatomía y fisiología.

Se considera de suma importancia reconocer dicha etapa ya que suceden cambios a nivel hormonal que comienzan a desencadenar riesgos a la salud. El identificar estos cambios permiten al médico establecer una terapia hormonal y modificaciones en el estilo de vida para así mejorar su calidad de vida.

Lo que esta sucediendo dentro del organismo es una degeneración ovárica la cual provoca una disminución en los niveles de estrógenos, al detectar esta disminución estrogénica, la hipófisis aumenta la producción de FSH, produciéndose una retro alimentación negativa (FIGURA 1). Esta disminución de estrógenos en la mayoría de los casos ocasiona la expresión de los signos y síntomas más característicos los cuales son bochornos, alteraciones de ánimo, osteoporosis, aumento de riesgo cardiovascular y alteraciones genitourinarias.

El perfil hormonal femenino incluye la cuantificación de las hormonas que intervienen en este proceso pudiendo reconocer la etapa en la cual se encuentra y establecer un reemplazo hormonal por el médico, y si se complementa con otros estudios como el perfil de lípidos, glucosa, calcio sérico, examen general de orina, TSH, el médico puede detectar si existen alguna predisposición o riesgo de tener alguna enfermedad consecuente de la disminución estrogénica, como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, infección de vías urinarias, entre otras, y de esta manera poder prevenirlo o establecer modificaciones en el estilo de vida para que exista una mejoría en la calidad y tiempo de vida del paciente.

Referencias:

Álvarez, G. (1997). Alteraciones analíticas hormonales y bioquímicas en la menopausia. [Tesis de Licenciatura]. Madrid.

Torres, A. & Torres, J. (2018). Climaterio y menopausia. Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM, 61(2), 51-58.